Venezuela gasta millones en influenciar opinión pública estadounidense



El régimen de Caracas, que por años ha denunciado el financiamiento que las ONGs venezolanas reciben del exterior como injerencia de Washington, ha gastado millones de dólares para tratar de influenciar las políticas internas de Estados Unidos generar simpatías hacia la Revolución Bolivariana.

El gasto —que en ocasiones ha sido desembolsado a través de Citgo, filial estadounidense de la estatal Petróleos de Venezuela— se ha convertido en una importante fuente de ingresos para un pequeño grupo de organizaciones de activistas que con regularidad abogan a favor del chavismo y alaban las bondades del Socialismo del Siglo XXI dentro de los Estados Unidos.

“Es impresionante el volumen de dinero que el gobierno de Venezuela ha gastado en operaciones como estas”, dijo el investigador venezolano Joaquín Chaffardet, quien escribe un libro sobre el tema.

“Algunas de esas organizaciones se han convertido en los voceros de propaganda del gobierno venezolano en Estados Unidos”, enfatizó.

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Venezolanos protestan hoy, domingo 19 de abril de 2015, contra las políticas del Gobierno liderado por el presidente Nicolás Maduro frente a la sede del Consulado de Venezuela en Nueva York (Estados Unidos.). La manifestación coincide con la conmemoración del aniversario 205 de la proclamación de la Independencia de Venezuela. | Kena Betancur EFE›‹









Algunos de los beneficiarios del financiamiento venezolano incluyen las organizaciones la Casa de Maryland Inc., el Instituto William C. Velásquez, el Proyecto para la Educación y Registro de Votantes del Suroeste, TransAfrica Forum y Riverside Church.

Representantes de Citgo y de algunas de estas organizaciones contactadas no estuvieron disponibles para conversar con el Nuevo Herald para la elaboración de este artículo.

Pero la propia filial estadounidense de PDVSA admite haber entregado dinero a estas organizaciones a través de su página de Internet, mientras que algunas de las donaciones, como el caso de un aporte de $1.5 millones a la Casa de Maryland, han sido reportados en distintos medios de comunicación.

Las donaciones son descritas como muestras de solidaridad de la nación petrolera ante los pobres y los sectores marginados de los Estados Unidos.

No obstante, algunas de las organizaciones están claramente involucradas en el activismo político. Y aun cuando darles dinero es totalmente legal en Estados Unidos, ese no es el caso en Venezuela, donde el régimen prohibió el financiamiento del extranjero de las ONGs dedicadas a velar por el fortalecimiento de prácticas democráticas o de defensa de los derechos humanos reciban financiamiento del exterior.

“En Venezuela hay una ley que prohíbe que las ONG puedan recibir dinero del exterior”, comentó desde Orlando el analista político Antonio Escalona. “Sin embargo, esas gestiones que el gobierno venezolano hace aquí cuestan muchísimo dinero, gastado no solo en financiar eventos a favor del régimen sino en operaciones de Lobby”.

Una de las ONGs estadounidenses de naturaleza política beneficiadas por fondos venezolanos es el Instituto William C. Velásquez (WCVI), presidida por Antonio González, un activista descrito por Time Magazine como uno de los 25 hispanos más influyentes de los Estados Unidos.

Según Chaffardet, González es uno de los más vocales defensores del régimen, hablando en distintos eventos sobre los logros de la Revolución Bolivariana en Venezuela.

“La lucha en Venezuela es también una de inclusión, porque antes de la revolución la mayoría de la población estaba excluida. Ochenta por ciento carecían de poder en Venezuela. Esta lucha no era diferente de la lucha de los negros. Estos esfuerzos reflejan un movimiento más amplio en toda América Latina”, declaró González en uno de los foros.

En al menos uno de los eventos, González a aparecido al lado de diplomáticos venezolano, como fue el caso del foro realizado en la Universidad e California en el 2007 titulado “La Revolución Bolivariana de Venezuela: Percepciones erradas de los Medios y los Dirigentes de la Política de Estados Unidos”, donde habló junto con el entonces embajador de Caracas en Washington Bernardo Álvarez Herrera, comentó Chaffardet.

El financiamiento venezolano también ha sido clave para la realización de los eventos denominados como Congreso Nacional Latino, que agrupa distintas organizaciones activistas hispanos.

En ocasiones, estos encuentros han respaldado públicamente las mismas posiciones adoptadas por los regimenes de La Habana y Caracas, como fue el caso del Quinto Congreso Nacional Latino, que terminó pronunciándose a favor de la liberación de los Cinco Espías Cubanos.

En el Sexto Congreso, realizado en Chicago, los presentes terminaron colocando un sello de legitimación al proceso electoral de Venezuela, permitiendo que la presidente del Congreso Nacional Electoral, Tibisay Lucena, clausurara el evento.

El Congreso, realizado en el 2012, aprobó una resolución felicitando al CNE venezolano por su “esfuerzo ejemplar” en la promoción de la participación civil en los procesos electorales del país.

Otra de las organizaciones financiadas por Venezuela es la iglesia Riverside Church, con sede en la ciudad de Nueva York.

En la Memoria y Cuenta del Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería del año 2011, se describe a esta organización como una especie de casa de beneficencia pública dedicada a un programa alimentario, sin ninguna clase de actividades que pudieran relacionarla con actividades políticas, resaltó Chaffardet.

“Pero cuando se revisan las actividades desarrolladas por o en el The Riverside Church, uno se encuentra con que fue, y continúa siendo la sede permanente de las actividades propagandísticas del régimen chavista”, dijo Chaffardet, quien ha investigado las organizaciones aliadas al chavismo en preparación de su libro.

La iglesia recibió a Chávez en el 2004, donde el entonces mandatario venezolano realizó un mitin político denominado “Noche de Solidaridad con la Revolución Bolivariana”, donde estuvieron presentes los artistas Harry Belafonte, Susan Sarandon y Danny Glover, así como la ganadora del Premio Nobel de Literatura, Toni Morrison.

En el 2010, la iglesia también realizó un encuentro para conmemorar la intentona golpista de Chávez en febrero del 2002, cuando trató de derrocar al entonces presidente Carlos Andrés Pérez.

En julio de 2011, el consulado de Venezuela convocó un encuentro en la iglesia para orar a favor de Chávez, quien días antes había anunciado desde La Habana que tenía cáncer, y en diciembre del 2012 realizó el acto denominado “Shining a Light for Hugo Chávez – A Special Ecumenical Event”.


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